domingo, 1 de noviembre de 2009

Era una mujer extraordinaria…

Por Cabrera, Rubén Faustino



...que tenía carne de cañón, piel naranja, sangre y arena, cabeza de turco, cabellos de ángel, pelo de zonzo, canas al aire, rulo de estatua, frente y contrafrente, oreja de Van Gogh, ojos de buey, boca campeón, dientes de ajo, lengua a la vinagreta, oídos sordos, cuello de botella, pechito de cerdo, seno, coseno y tangente, corazón valiente, costillitas de chancho, codo de tenista, Zárate Brazo Largo, dedos de oro, uñas de guitarrero, índice de inflación, nalgas marinas, pierna de ases, pie de atleta, talón de Aquiles, pubis angelical, ombligo del mundo, Sancho Panza, estómago resfriado, pulmón de manzana, nervios de acero, garganta profunda, hombros caídos, lomo a la pimienta, cerebro mágico, patas de rana, cintura cósmica del Sur, muñeca inflable, calavera no chilla, cara de póquer, Pulgarcito, venas abiertas de América Latina, huesito dulce, Palma de Mallorca, vista panorámica, olfato de sabueso, gusto en conocerlo, perfil griego, sonrisa vertical, paladar negro, sexo explícito, mano y contramano, gambas al ajillo, colmillo salvaje, mandíbula batiente, cola de carpintero…
Un día me cansé y la dejé en un circo.

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