Tulipán

Por Jorge Rivelli

mañanas cartesianas
nadie despierta y
tengo todo para vos
silencio y café y
un tulipán en el centro
de la mesa de cocina
sin embargo…
cuando salí de la cancha
más ancha que una calle
en moscú o el río de la plata
un fabricante
de soldaditos de plomo
me paró para darme
un bidón de nafta
para quemar
la habitación 304
de un hotel de once
a las 15 horas
momento culminante
la mujer del fabricante
disfruta con un sargento
los placeres del sexo
-encima está embarazada
del milico porque
no quiere usar condones
y yo estéril como
mis soldaditos -
maten la mula!!!
los ojos de la ciudad
metieron los cuernos
en mi cabeza
de espantapájaros
enciendan la fogata
y que descansen
los huesos de cenizas
en el cenicero de cristal
miro de reojo
ella también
el tulipán es el centro
del desayuno cartesiano