Por Jorge Rivelli
1...
ventanas que se abren a la mañana dejando escapar en el
aire grisado las últimas mariposas borrachas de las tulipas verde
-La antigua canción de la Marina Mercante-
( La calle del agujero en la media –1930-)
cuando las tabernas ocuparon la noche
era otro el brillo de los ojos
que sostenían historias líricas
crecía la presión arterial
bajo la débil luz de tulipas verde
sangre de barcos entre los dientes
de los hombres de medio siglo
el hechizo del viejo bar
inyectado en la médula
una mujer con alas de sándalo
revolotea entre las mesas
una mujer vestida de aromas
de puertos de oriente
como en una partida de ajedrez
todas las piezas coordinan
pero en forma espontánea
hasta que el tango
acusa a los beneficios naturales
que marcan el fin de la fiesta
y del otro lado de la ventana
el aire grisado parpadea
un gesto de invitación
al baile cotidiano a las últimas mariposas nocturnas
2...
una mariposa tenía algo de espectral entre las páginas,
algo parecido a una flor marchita, restos de ala apenas visible.
-Muerta por una mariposa- Los melancólicos canales del tiempo –
( Cuentos de Juancito Caminador –1938-)
sean tus ojos
el exterminio del infierno
bajo una luna que ilumina
enamorados y ladrones
sean tus versos
cabeza de fuego
últimos actos cáusticos
al borde del invierno
un río cruzando la página
aunque deshojada
habla y destila el veneno
de los cuerpos enfermos
sean siempre
frágiles y marchitas flores
futuro de voz letal
como polvo de mariposa
3...
...incendiados fortines
con olor a petróleo, a mariposas secas, a madres
que agotaron
las lágrimas y el grito
-El destino que mira como espía del tiempo-
( El rumbo de las islas perdidas –1969-)
algunos fueron
del otro lado de la frontera
o cruzaron el océano
algunos fueron
perdidos en la patria
sin salir a la superficie
algunos –como los ángeles-
desarrollaron un prominente esternón
para equilibrar
el peso de las alas
y sembraron sus huesos
en ríos y cementerios
hubo otros
arrodillados frente a la esvástica
orando terror ignorancia genocidio
...y ejecutaron
hubo sangre dolor
una eterna oscuridad
y el suelo se cubrió
de mariposas secas
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